PILAR SORDO, LAS DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES.
En mi búsqueda de información sobre la discriminación,
movimiento feminista, machitas y toda esta información, quiero destacar a esta
gran psicóloga chilena. Ella hace una gran reflexión sobre el hombre y la
mujer.
La mujer siempre habla de los demás, y los hombres cuando
cuenta los problemas siempre hablan de sí mismos. La mujer está pendiente de
su alrededor en todo momento, cabe decir
que la mujer siempre pone excusas de lo que pasa por sus hijos o por su marido,
esto hace ver que la mujer está más preocupada de los demás que de sí misma, es
decir que intenta resolver sus problemas de manera que si todo lo de sus
alrededor está bien lo de ella está bien.
Para los hombres lo importante es el objetivo y para las
mujeres lo importante es el trayecto.
Las mujeres nos atrapamos psicológicamente y nosotras decimos,
si no lo hacemos nosotras no lo hace nadie, y quien lo hace mejor que nosotras.
Los hombres necesitan ser masculinos y cuanto más masculinos
son menos comunicativos son. Las mujeres hablan unas 24.000 palabras diarias, y
los hombres como mucho 10000.
Los hombres cuando dicen algo que le sienta mal a la mujer
lo intentan arreglar seduciendo a la mujer. Porque el hombre divide a la mujer
el roles, (ama de casa, madre, administradora de dinero) cada mujer es
distinta, porque la mujer solo sirve para el sexo porque si no simplemente sería
una madre o una hermana. Los hombres tiene la capacidad de separar por roles.
Nosotros hacemos competir a diferentes a nuestro conocidos,
y familiares con otras personas, porque nosotros pensamos que el nuestro hijo
es comparado con el hijo mágico que es el hijo perfecto.
En cuanto a familia debemos trabajarlo como la vida laboral.
Debemos emplear tiempo a los niños, porque aunque no podamos estar con ellos
hay que demostrarlo de otra manera. Porque hay
padres que tienen que priorizar entre ver la tele por ejemplo y estar
con sus hijos.
A parte que a los hijos no hay que darles lo que piden, los
niños necesitan sufrir y aprender, porque si le asistimos llega un momento que
el niño solo pedirá a su madre hacer las cosas y el no hará nada. Debemos que
el niño también aprenda a hacer las
cosas y así el será responsable de su vida, y no las madres será responsable de
la vida de sus hijos.